Si este otoño tu hijo comienza a rascarse la cabeza de forma 'sospechosa', revisa su cabeza porque la vuelta al cole puede desencadenar la
sorpresa de encontrarse, un año más, con esos indeseables 'invasores', que deciden instalarse en el cuero cabelludo de los 'peques' y propagarse a la velocidad del rayo.
Para combatirlos es fundamental saber cómo se transmiten y cómo prevenir su aparición.
Uno de los falsos mitos más comunes que rodean a los piojos es la
creencia de que estos aparecen por falta de higiene. Nada más lejos de
la realidad: los piojos prefieren las cabezas limpias,
ya que el cabello sucio les impide llegar con facilidad al cuero
cabelludo, que es donde se asientan con la intención de alimentarse y
reproducirse. Asimismo, no es cierta la imagen de los piojos 'saltando'
de una cabeza a otra entre los niños: al no ser insectos alados, es imposible el contagio 'por aire'.
Compartir peines, gorros, almohadas, un jersey o una bufanda, o llevar
el pelo suelto, largo y limpio, suelen ser imanes mucho más atractivos
para los piojos y liendres.
Para erradicarlos en la actualidad disponemos de productos naturales antipiojos a base de Neem y aceites esenciales 100% puros de Manuka, Árbol del Té, Lavanda, Citronela, Orégano y Tomillo blanco, libres de sustancias tóxicas.